lunes, 6 de julio de 2009
Igualmente
Como tiernas babosas de la campiña
ella y el se enroscaron humedamente humedamente
y el dejo de ser hombre como ella niña
para ser uno solo completamente completamente.
Desde todos los puntos que los juntaban
se saborearon tanto y con tal delicia
que las horas de vida que les quedaban
decidieron pasarlas en la caricia.
A menos de un suspiro del tibio abrazo
el resto de la historia se debatia
en atomos, galaxias y otros acasos
encontraron certezas justo aquel dia
encontraron certezas justo aquel dia.
Y se hicieron leyenda los dos amantes
enroscados eterna y humedamente y humedamente
nada pudo tocarlos detras de guantes
solo pueden saberlo los igualmente, los igualmente,
los igualmente