lunes, 5 de enero de 2009
Para un ogro encubierto
Quienes escriben no necesitan hacerlo de puño y letra para dejar evidencia, pero tanto tiempo pasa desde no dejar una evidencia que prefiero entrar de a poco, nuevamente a mi sitio a modo de dejar una evidencia certera de lo que me ocurre, la locura del escritor invisible, o la escritora invisible que escucha los lamentos ronquidísticos de su vecino que la vuelven loca, y ella baja canciones de internet para regalar a su amante imaginario.... ese amante imaginario de días inesperados, de brazos fuertes y boca de dibujo, ese amante que no tiene nombre pero que está muy despierto para saber que existe, desde esta noche decidí dedicarte cada una de mis palabras, porque no hay mejor forma de decirte lo que me pasa, incluso lo que nunca pasará...y tú como simple cibernauta leerás sin saber que mis letras son tuyas incluso más tuyas que mías, más tuya que yo misma de ti.