Debo evitar el apetito obsesivo de sensaciones fuertes, porque en la prisa de devorarlo todo se pierde la conexión del cuerpo con el alma.Bastaría con compartir un durazno,que fueras mi pijama, conmigo después del baño nocturno, conmigo en la tina...alguien vió mi portaligas????????

martes, 24 de febrero de 2009

Un tesoro

Dicen que cuando morimos, nuestro cadáver disminuye su peso en 21 gramos debido a que nuestra alma se escapa del cuerpo. La última vez que yo morí, mis restos perdieron cerca de 7 kilos. De todo ese peso, 21 gramos correspondían al peso de mi alma, mientras que el resto era el peso de todas las penas que guardé y almacené. Si vuelvo a morir quizás pierda unos cuantos kilos, los restantes de mis nuevos 21 gramos ésta vez no serán penas, sino todos los besos de dibujo y las pasiones de cerro sepultadas;como si de un tesoro se tratase, y que quedaron libres en el momento en que expiré...