Hace un tiempo me fuí a tomar un exámen a la clínica, fuí a primera hora en la mañana, tenía hora para la primera atención, cuando estaba chequeando mis datos, llegó unseñor de edad y me pidió casi suplicando que por favor le cediera mi número, ya que debía hacer algo muy iportante...lo ví tan acongojado, que le dije que tomara mi turno, pero le pregunté el motivo de su prisa.
Dijo que tenía que ir a una residencia para desayunar con su mujer como todos los días, que vivía allí, me contó que llevaba ya tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Saliendo del exámen, le pregunté de nuevo si ella se inquietaría mucho al llegar tarde esa mañana.
-No, me dijo, ella ya no sabe quién soy, hace ya casi cuatro años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañada.
-Y si ya no sabe quién es usted ¿Por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome la mano me dijo: -Ella no sabe quién soy yo, pero yo si sé muy bien quién es ella.
miércoles, 18 de marzo de 2009
Necesidades
Hace un tiempo me fuí a tomar un exámen a la clínica, fuí a primera hora en la mañana, tenía hora para la primera atención, cuando estaba chequeando mis datos, llegó unseñor de edad y me pidió casi suplicando que por favor le cediera mi número, ya que debía hacer algo muy iportante...lo ví tan acongojado, que le dije que tomara mi turno, pero le pregunté el motivo de su prisa.
Dijo que tenía que ir a una residencia para desayunar con su mujer como todos los días, que vivía allí, me contó que llevaba ya tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Saliendo del exámen, le pregunté de nuevo si ella se inquietaría mucho al llegar tarde esa mañana.
-No, me dijo, ella ya no sabe quién soy, hace ya casi cuatro años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañada.
-Y si ya no sabe quién es usted ¿Por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome la mano me dijo: -Ella no sabe quién soy yo, pero yo si sé muy bien quién es ella.
